Antioxidante y desintoxicante
Neutraliza los radicales libres en el agua mediante iones de hidrógeno y reduce sus efectos dañinos sobre el organismo. La actividad de los radicales libres está relacionada con el envejecimiento, la inflamación y el desarrollo de enfermedades como el cáncer, entre otras.
Hidratación corporal
El agua hidrogenada está formada por clusters hexagonales que permiten una mejor absorción de la ingesta de agua recomendada.
Mejora la energía
Aumenta la resistencia, la generación de ATP (adenosín trifosfato, indispensable para el funcionamiento de las células) y activa la circulación sanguínea.
Rejuvenece la piel
Su bajo potencial de oxidación retrasa el envejecimiento, proporcionando una piel más suave y con menos arrugas. Elimina la toxina que puede causar acné dejando una piel más tersa y clara.
Ayuda a reducir peso
Acelera el metabolismo y elimina los residuos del cuerpo reduciendo el peso. El agua hidrogenada es digestiva, reduce el estreñimiento y disminuye los gases.
Nutre, mejora y protege el sistema inmunológico
Favorece la entrada de nutrientes en la cálula y la expulsión de residuos. Un sistema inmune saludable protege los órganos y elimina los desechos indeseables.
Mantiene los huesos sanos
El agua hidrogenada estimula la asimilación del calcio en los huesos ayudando a prevenir y tratar la osteoporosis.
Mejora la agilidad mental
Al frenar la oxidación permite que las neuronas se regeneren a la vez que mejora el riego sanguíneo en el cerebro.
Sigue leyendo y descubre mucho más...
El poder antioxidante del hidrógeno molecular
Entre el 2 y el 4% de todo el oxígeno que respiramos nos oxida al convertirse en radicales libres en nuestro organismo. Cuando una célula es oxidada por los radicales libres, puede morir o reproducirse con defectos, produciendo enfermedades y envejecimiento prematuro. El único sistema que puede actuar contra el oxígeno activo es el antioxidante.
El hidrógeno es un antioxidante muy eficiente y rápido neutralizando de forma selectiva los radicales libres más dañinos. Al neutralizar a los radicales libres estamos protegiendo nuestros genes. Además, previene la oxidación de las proteínas y los lípidos.
Los alimentos antioxidantes son la clave para gozar de una buena salud. Cuando se consumen frecuentemente, el cuerpo tiene la capacidad de regenerarse y prevenir el envejecimiento prematuro.
Existen unos 8000 tipos de antioxidantes, aunque no todos actúan de la misma manera en el cuerpo. Lo más importante es proporcionar una cantidad de antioxidantes al día. Toda esa cantidad se puede obtener con agua hidrogenada.
La oxidación del organismo
Nuestro metabolismo necesita oxidar para producir energía para las funciones vitales, pero en este proceso producimos oxígeno reactivo o radicales libres. Estos radicales libres son moléculas inestables de oxígeno que han perdido un electrón y para completarse deben unirse a células sanas. Esta unión destruye las células originales, produciendo el llamado estrés oxidativo, que es la causa de la mayoría de enfermedades y del envejecimiento prematuro.
Los radicales libres se relacionan a muchas enfermedades como el Alzheimer, Parkinson, enfermedades cardiovasculares, hipertensión, artritis reumatoide, entre otras.
Se forman constantemente en el organismo por el funcionamiento normal de nuestro metabolismo pero son eliminados por las defensas antioxidantes. También se crean por elementos externos como la polución, el humo de tabaco, los medicamentos, los sulfatos y los pesticidas.
Al beber agua hidrogenada, nuestro cuerpo absorbe las moléculas de hidrógeno, que consiguen llegar, por su reducido tamaño, al núcleo de nuestras células y ejercer su función antioxidante.
Los radicales libres son moléculas inestables a las que les falta un electrón, que “roban” de nuestras células. Los radicales libres entran en las células buscando el electrón que les falta y las oxidan.
El agua hidrogenada continene un exceso de electrones que son donados a los radicales libres para evitar daños celulares como la oxidación.
El hidrógeno molecular al servicio de la salud
El hidrógeno en el cuerpo
Al ser mucho más pequeño que otros antioxidantes, el hidrógeno es capaz de penetrar en el núcleo de las células, protegiendo el ADN de los radicales libres.
Es uno de los pocos antioxidantes capaz de atravesar la barrera hematoencefálica (el alcohol y las drogas también atraviesan esa barrera). Al frenar la oxidación, el hidrógeno permite que las neuronas se regeneren a la vez que mejora el riego en el cerebro.
la energía esencial en los humanos, los animales y las plantas es una sustancia llamada ATP (siglas en inglés de Trifosfato de Adenosina) y se produce en las mitocondrias (motor de las células), que se encuentran en el interior de las células del cuerpo. Es la principal fuente de energía para la mayoría de las funciones celulares, y a medida que envejecemos la producción de ATP disminuye.
El hidrógeno entra en las mitocondrias y mejora la producción de ATP. Cuando se produce ATP de forma eficiente podemos ver mejoras en el rendimiento físico, una aceleración del metabolismo y síntomas de anti-envejecimiento.
El hidrógeno regenera el colágeno en la piel, dándole elasticidad y evitando que se oxide con los radicales libres, retrasando el envejecimiento, reduciendo las arrugas y las erupciones cutáneas.
Regenera rápidamente tejidos y cicatrices y mejora los efectos de psoriasis, urticaria, eczemas, acné, vitíligo y piel atópica.
Además, acelera el metabolismo reduciendo la acumulación de toxinas y ayuda a eliminar grasas corporales.
Hidrógeno: el mejor protector de nuestro organismo
Las vitaminas C y E son los antioxidantes más representativos, pero la vitamina C elimina todo el oxígeno activo, sin discriminar el que es beneficioso dell que es dañino. También los antioxidantes como las vitaminas C y E quedan oxidados al eliminar el oxígeno activo. Las vitaminas oxidadas son reactivas y favorecen un entorno oxidado, en vez de uno reducido. El hidrógeno actúa solo sobre el oxígeno activo dañino y lo convierte en agua, siendo al final eliminado con la orina.
En solo 30 minutos llega a la sangre, posteriormente al cerebro, células y órganos.
El hidrógeno en el agua puede mantener sus propiedades antioxidantes hasta 8 horas.
Se combina con los radicales libres, neutralizándolos y convirtiéndolos en agua.
El hidrógeno disuelto en el agua es totalmente inocuo.
El hidrógeno molecular es 88 veces más pequeño que la vitamina C. Al ser mucho más pequeño que otros antioxidantes, el hidrógeno es capaz de penetrar en el núcleo de las células, protegiendo el ADN del ataque de los radicales libres. También es uno de los pocos antioxidantes capaz de atravesar la barrera hematoencefálica, por lo que también tiene un efecto antioxidante en el cerebro.
En otras palabras, el hidrógeno es el únicoantioxidante capaz de reciclar los antioxidantes ya oxidados y a su vez, mejorar la vitalidad y el sistema inmune, y no eliminar el oxígeno activo sin más.
Se puede consumir sin ninguna limitación ya que no tiene ninguna contraindicación y es apta para bebés, niños, adultos y ancianos. También la pueden consumir las mascotas que se podrán beneficiar de todas las propiedades.
El hidrógeno mejora la condición de la piel, regenerando el colágeno, dándole elasticidad y evitando que se oxide con los radicales libres, además de reducir las arrugas y las erupciones cutáneas.
Acelera el metabolismo reduciendo la acumulación de toxinas y ayuda a eliminar grasas corporales. Mejora la asimilación de los alimentos facilitando la digestión. También desintoxica el intestino grueso, ayuda en los casos de colon irritable y alivia las úlceras de estómago y duodeno.
El hidrógeno es uno de los pocos antioxidantes capaz de atravesar la barrera hematoencefálica, con lo cual consigue frenar la oxidación de las células del cerebro. Esto permite que las neuronas se regeneren mejorando a su vez el riego sanguíneo. También ayuda a reducir la progresión de enfermedades como el Parkinson o el Alzheimer.
Al reducir el número de radicales libres, nuestro sistema inmunológico mejora, reduciendo pro¡blemas de alergias, asma, eczemas, urticaria, etc.
Acelera el metabolismo reduciendo la acumulación de toxinas y ayuda a eliminar grasas corporales. Mejora la circulación sanguínea y regula la tensión arterial, ayudando a disminuir el colesterol en exceso y equilibrando el nivel de triglicéridos. También ayuda a normalizar el azúcar en sangre.
El agua hidrogenada tiene importantes propiedades antiinflamatorias que mejoran y alivian el dolor muscular. También estimula la asimilación del calcio en los huesos ayudando a prevenir y tratar la osteoporosis y la artritis.
Un cuerpo oxidado se niega a convertir el alimento en energía ya que esto genera más oxidación. Un cuerpo sano quema todo lo que necesita y acumula el mínimo de grasa. Al reducir al mínimo nuestro nivel de oxidación quemamos el máximo de energía posible ya que no hay acumulación de radicales libres. El hidrógeno también mejora la producción de la sustancia ATP (trifosfato de adenosina) que se encarga de producir energía en nuestras células. Al permitir producir ATP de manera eficiente se consigue una mejora en el rendimiento físico. Además, es muy efectivo para la eliminación del ácido láctico producido durante el ejercicio físico, facilitando la recuperación muscular.
Preguntas frecuentes sobre el agua hidrogenada
Es agua enriquecida con moléculas de hidrógeno activo, pero sin modificar su textura, su sabor ni su olor.
Es el antioxidante más potente y saludable que existe en la naturaleza.
Los radicales libres son la principal fuente de envejecimiento prematuro de nuestras células.
Son moléculas inestables de oxígeno que han perdido un electrón y para completarse deben unirse a células sanas. Esta unión destruye las células originales, produciendo el llamado estrés oxidativo.
Los radicales libres se relacionan a muchas enfermedades como el Alzheimer, Parkinson, enfermedades cardiovasculares, hipertensión, artritis reumatoide, entre otras.
Se forman constantemente en el organismo por el funcionamiento normal de nuestro metabolismo pero son eliminados por las defensas antioxidantes. También se crean por elementos externos como la polución, el humo de tabaco, los medicamentos, los sulfatos y los pesticidas.
Para combatir los radicales libres que se forman en los procesos de oxidación de nuestro cuerpo y que son responsables de muchas enfermedades.
Al beber agua hidrogenada aportamos al organismo uno de los mejores antioxidantes naturales.
Además, se pueden obtener de alimentos y nuestro propio organismo también es capaz de generarlos, aunque en menor medida, de modo que nuestro nivel de antioxidantes puede no ser suficiente en función de nuestra salud, forma física y hábitos de vida.
No. El agua alcalina contiene gran cantidad de minerales disueltos y normalmente no lleva hidrógeno activo ni carga eléctrica.
El agua ionizada alcalina sí contiene algo de hidrógeno y de carga eléctrica antioxidante, aunque la mayor parte de ésta proviene de los minerales ionizados, que no aportan carga antioxidante útil.
El pH elevado y el exceso de minerales que contiene el agua ionizada alcalina no la hacen recomendable para beber de forma habitual y a largo plazo.
El agua hidrogenada mantiene valores de hidrógeno óptimos de entre 6 a 8 horas. Si la conservamos embotellada en un envase de cristal hermético y refrigerado, es posible alargar algo más sus propiedades.
Para una correcta hidratación se recomienda beber entre 1 y 3 litros de cualquier agua al día.
No existe una pauta o recomendación general sobre que parte de ella debería ser agua hidrogenada o sobre la concentración de hidrógeno disuelto que esta deba llevar. Por lo tanto, lo aconsejable es que preste atención a su cuerpo y beba la cantidad de agua hidrogenada que le resulte más beneficiosa, y decida en qué horas del día le sienta mejor.
Aunque es preferible que todo el agua que beba sea hidrogenada, con un vaso al día ya contribuimos a regular nuestro nivel de oxidación.
No. Al tratarse básicamente de agua, es apta para su consumo sin ningún tipo de limitación, y la pueden beber todo el mundo, incluyendo mujeres embarazadas, ancianos, bebés, mascotas, etc.
La información contenida en este sitio web tiene el propósito de informar, presentar análisis y conclusiones de estudios de investigadores y personal médico. No pretende diagnosticar o curar enfermedades. Aquella persona con alguno de los problemas de salud mencionados en nuestra web, blog o documentos adjuntos debería consultar a un profesional de la salud cualificado. Ninguna información del presente sitio web pretende sustituir el consejo médico.